Hablar con la boca cerrada: Reflexiones sobre el arte de escribir y su impacto en la enseñanza



¿Cuántas veces hemos creído que para enseñar es necesario hablar sin parar? Don Finkel nos invita a reflexionar sobre esta premisa en su capítulo 5, "Hablar con la boca cerrada: el arte de escribir". Y es que, paradójicamente, es a través de la escritura que podemos fomentar una comunicación más profunda y significativa en el aula. 
Hoy quiero compartir con ustedes una experiencia transformadora que he vivido como parte de nuestro Club de Lectura. En este espacio, no solo exploramos libros de pedagogía y enseñanza, sino que también desafiamos nuestras propias prácticas educativas. Uno de los textos que ha dejado una profunda huella es Dar clase con la boca cerrada, del autor Don Finkel. Este libro propone una nueva forma de enseñar, donde el docente se convierte en un facilitador del aprendizaje, permitiendo que los estudiantes tomen el protagonismo. 
En esta entrada, quiero compartir mis reflexiones sobre dicho capítulo, mis lecciones aprendidas, cómo he aplicado estos conceptos en mi práctica pedagógica y los retos y desafíos que he enfrentado en el proceso. 
Iniciar esta aventura de aprendizaje colectivo siempre es una experiencia enriquecedora, pero hacerlo con el apoyo de un grupo de profesores tan dedicados y humanos como los que componen el Club de Lectura de la Universidad Tecnológica de Bolívar (UTB) es, sin duda, un verdadero privilegio. A lo largo de estas sesiones, hemos sumergido nuestras mentes en el inspirador libro "Dar clase con la boca cerrada" de Don Finkel, un texto que invita a replantear nuestra visión sobre la enseñanza y el papel del docente en el aula. Este viaje ha sido compartido con colegas admirables, profesores como Samuel Moreno (Coordinador del Club de Lectura), Graciela Forero, Enrique Pereira, Eder Barrios, Willian Arellano, Rolando Ariza, Everly García, Martha Castro, Oriana Martínez, Jefferson Piedrahita, Iris Solano, Yuliza Atencia y Luis Fuenzalida, a quienes respeto y valoro no solo por sus trayectorias profesionales, sino también por su humanidad y disposición para compartir saberes, experiencias y reflexiones conmigo. 

REFLEXIONES.

El Capítulo 5 de Dar clase con la boca cerrada aborda un enfoque pedagógico que nos invita a hacer una pausa y reflexionar sobre el poder que tiene el silencio en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Finkel nos lleva a repensar el rol del docente como un transmisor de conocimiento, y más bien nos sugiere adoptar una posición de guía, donde el aprendizaje emerge desde los propios estudiantes. Aquí, el diálogo entre ellos, sus preguntas y reflexiones, y su proceso de descubrimiento personal, son los verdaderos protagonistas. 
Una idea clave de este capítulo es el poder de formular preguntas abiertas. Finkel sugiere que las mejores preguntas no tienen respuestas directas y llevan a los estudiantes a investigar, reflexionar y debatir. Este tipo de cuestionamientos impulsa el pensamiento crítico y fomenta un aprendizaje más profundo y significativo. 
  • El poder de la escritura como herramienta pedagógica: La escritura no es solo una forma de expresar ideas, sino también de construir conocimiento. Al escribir, los estudiantes se ven obligados a organizar sus pensamientos, a analizar información y a construir argumentos sólidos.
  • La importancia del silencio en el aula: A veces, el mejor maestro es el silencio. Al proporcionar espacios para la reflexión escrita, estamos invitando a nuestros estudiantes a ser protagonistas de su propio aprendizaje.
  • La escritura como puente entre el pensamiento y la acción: Escribir no es un ejercicio aislado, sino una forma de conectar con el mundo que nos rodea. Al escribir sobre lo que aprendemos, los estudiantes hacen más significativa su experiencia educativa.

LECCIONES APRENDIDAS

Al sumergirme en la lectura de éste capítulo, algunas de las lecciones que más me impactaron y provocaron reflexiones en mi, incluyen: 
  • El valor del silencio en el aula: El silencio no es una falta de control o de estructura. Por el contrario, es un espacio necesario para que los estudiantes procesen ideas, se conecten con el  contenido y generen sus propias respuestas.
  • El aprendizaje es una construcción colectiva: El rol del profesor como facilitador permite que los estudiantes interactúen entre sí, intercambien perspectivas y construyan conocimiento de  manera colaborativa. Fomentar estas interacciones puede enriquecer el aprendizaje y hacerlo más  significativo.
  • Las preguntas son herramientas poderosas: Una pregunta bien formulada puede abrir un sinfín de caminos para la exploración intelectual. Las preguntas abiertas, que no tienen respuestas claras o únicas, estimulan el pensamiento crítico y el análisis profundo.
  • Menos es más: He comenzado a reducir la cantidad de explicaciones expositivas y a fomentar la escritura en mis clases. Esto ha permitido que mis estudiantes sean más activos y participativos. 
  • La diversidad de formatos: No solo utilizo la escritura tradicional, sino también otros formatos como diarios de aprendizaje, blogs y presentaciones digitales. 
  • La importancia de la retroalimentación: La escritura necesita ser valorada y comentada. He implementado estrategias de retroalimentación que permitan a mis estudiantes mejorar su escritura y su pensamiento crítico.

APLICACIÓN EN MI PRACTICA PEDAGÓGICA

Desde que comencé a aplicar estas ideas en mi práctica educativa, y no ahira sino desde hace rato, tal vez sin reflexionar en su poder transformador, he notado un cambio importante en la dinámica del aula. Aquí algunos ejemplos de cómo he integrado las enseñanzas de Finkel en mi entorno de enseñanza: 

  • Espacios de Reflexión Silenciosa: En lugar de llenar cada momento de la clase con contenido o explicaciones, ahora reservo momentos de silencio para que los estudiantes reflexionen y procesen lo aprendido. Esto ha resultado en debates más ricos y preguntas más profundas por parte de ellos. 
  • Trabajo en Equipos Autónomos: Siguiendo la idea de que el aprendizaje es una construcción colectiva, organizo a los estudiantes en equipos que se desafían entre sí con preguntas. Mi papel en estos espacios es mucho más pasivo, interviniendo solo cuando es necesario y permitiendo que ellos sean quienes lideren las discusiones. 
  • Uso de Preguntas Socráticas: En lugar de ofrecer respuestas inmediatas a sus preguntas, a menudo les respondo con nuevas preguntas que los guían hacia una reflexión más profunda. Este enfoque no solo les ayuda a encontrar sus propias soluciones, sino que también fortalece su confianza en sus capacidades intelectuales

RETOS Y DESAFÍOS

Como con cualquier cambio en la metodología de enseñanza, he enfrentado varios desafíos al aplicar las ideas de Finkel. Algunos de los más significativos han sido: 

  • Resistencia Inicial de los Estudiantes: Muchos estudiantes están acostumbrados a un estilo de enseñanza más tradicional, donde el profesor es la autoridad que brinda respuestas. Este nuevo enfoque, donde ellos son responsables de su propio aprendizaje, puede generar cierta incomodidad y resistencia inicial. No todos los estudiantes están acostumbrados a escribir en el aula. Es necesario crear un ambiente que fomente la creatividad y la confianza.
  • El Reto de Soltar el Control: Como docente, es tentador querer tener el control de cada aspecto de la clase. Sin embargo, el enfoque de Finkel requiere que el profesor aprenda a confiar en el proceso y en los estudiantes, permitiéndoles que tomen la iniciativa. Esto ha sido, sin duda, un reto personal. 
  • Balance entre Guía y Facilitador: Encontrar el equilibrio entre ser un facilitador activo, que sabe cuándo intervenir y cuándo dejar que los estudiantes se enfrenten a sus propios dilemas, es una habilidad que estoy aún perfeccionando.
  • La evaluación de la escritura: Evaluar la escritura de manera justa y objetiva puede ser un desafío. Es importante establecer criterios claros y proporcionar retroalimentación específica. La gestión del tiempo: Incorporar la escritura en el aula requiere una buena organización del tiempo. Es necesario planificar las actividades con cuidado y establecer expectativas claras.


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